lunes, 2 de marzo de 2009

Los tintes de la vida

Arde el cielo y el horizonte se quema. Un sublime tinte rojiso, una delicada pelicula color ocre intenta salir de entre las nubes. Ya es tarde para eso, al otro lado de la costa las sombras se agazajan sobre el puerto vecino, como una tenue oscuridad, como una penumbra constante, misteriosa, agena al resto del mundo, reservada para unos pocos, una triste pero atractiva soledad se alza triunfante sobre el reflejo del ocaso, disfrutando de aquella tan ansiada indiferencia, de la comodidad de ser victima. Enaltecida por su falta de orgullo, suavente coloreada por los tintes de la vida.

1 comentario:

  1. me encanta este post,yo no hubiera podido descirbir ese momento del dia. y la foto tambien es genial.
    un beso.

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